El productor alemán Hendrick Weber, conocido regularmente como Pantha Du Prince nos acerca al futuro de la música electrónica caminando de la mano con el rock y las posiciones indie del mercado. A principios del mes de febrero publicara su tercer álbum en el sello Rough Trade, cosa particular si no se tratara de una discográfica enfocada netamente en los sonidos roqueros con artistas como Arcade FireSufjan StevensThe Moldy Peaches.
Y puede que la razón para firmar con este artista en un sello indie no sea tan descabellada. Al escuchar Black Noise, nombre de esta tercera producción de Weber, no se siente a música para discotecas, para clubs, como generalmente se percibe al techno. No señor, en esta ocasión hablamos de música electrónica para escucharla y para disfrutarla sentado, y aunque los potentes bajos empujan las piernas no obliga a estar bailando para gozarlo.

Lo realmente interesante de este álbum de Pantha Du Prince es que logra ingresar en el susceptible mercadoindie pero sin perder su originalidad. A diferencia de LCD Soundsystem o Hot Chip, quienes aunque son aceptados por los roqueros, tienen que hacer proyectos alternos donde profundicen en sus intereses más techno. El sonido de Black Noise sigue siendo igual de marcado por las estructuras del techno o el minimal, aunque incluya más voces y mas melodías. El resultado es una propuesta que se abre camino con sus propias fuerzas y su autenticidad.



Canciones como Stick To My Side, que se prevé como una de las mejores del año, se arma con una orquestación fina para darle paso a la curiosa voz de Noah Lenox, conocido como Panda Bear en el colectivo Animal Collective; o The Splendour, que ha sido el primer corte lanzado del disco, como un esplendor de sonido quieto y silencioso, y que incluye a Tyler Pope de LCD Soundsystem tocando el bajo. Pero en el resto de canciones es donde se percibe la majestuosidad de este productor. El álbum se siente como el frío de las montañas, de los alpes, como cuando pasan las horas mirando un lago, es un álbum elaborado con un profesionalismo irrebatible, aun a los oídos de los tradicionalistas seguidores del productor alemán lo encontraran satisfactorio. Pantha Du Prince no se vende al mercado, Pantha Du Prince crea el mercado.